Construir una habitación llena de agua
Construir una habitación llena de agua es literalmente lo que queríamos conseguir. Es lo que responderíamos si nos pidieran reducir el proyecto del nuevo Spa del Hotel Jardines de Nivaria, a una sola frase. El hilo argumental del que vas tirando para tratar de construir algo con cierta coherencia. La meta por la que se toman las decisiones más importantes, aunque estas resulten polémicas desde otros muchos puntos de vista.
Construir una habitación llena de agua es lo que llevamos haciendo el último año y medio. Por eso resulta muy paradójico que después de ocho meses pensando y dibujando con ese propósito, y otros once pensando, dibujando y construyendo, se te llegue a “olvidar” el fin último que buscas. Aunque hay que apuntar en nuestra defensa, que envueltos en la vorágine de la obra, es fácil distraerse con los detalles: cuando no es el despiece de la piedra, es el patrón del techo, y cuando no las dimensiones de cada entrada de luz… y claro, así uno se acaba perdiendo.
Pero hay un día en el que te vuelves a encontrar, el día en que la interminable lista de tareas de la obra dice que hay que llenar de agua la habitación que has construido. Una tarea más, igual que todas las ya terminadas, igual que todas las que quedan por hacer hasta que el nuevo Spa pueda abrir sus puertas.
Pero esta es diferente. Con esta nos damos cuenta de que se ha culminado un proceso, y en cierto modo no podemos evitar pensar aquello de “lo hemos conseguido”.
Enhorabuena a todo el equipo.